Las plazas, medio vacías
En marzo, las plazas, que estaban en pleno apogeo, se convirtieron en un desierto. Desde entonces, tanto la situación como las normas han ido cambiando y en cada época la plaza ha adoptado un aspecto u otro; ni por un instante el aspecto que tenían antes.
El COVID-19 suspendió todas las plazas de bertsos el 13 de marzo y desde entonces hasta mayo todas las actuaciones quedaron en nada. Tras esta pausa, algunos bertsolaris comenzaron a ofrecer actuaciones desde casa, online y gratis.
Cuando se levantó el estado de emergencia había permiso para ir a trabajar, pero no para organizar actos culturales. Así que a principios de mayo Bertsozale Elkartea y Lanku Kultur Zerbitzuak, en colaboración, comenzamos a grabar sesiones de bertsos en la sede de Amasa-Villabona, ofreciendo a los organizadores la posibilidad de la emisión on line. Las actuaciones tuvieron muy buena acogida.
A finales de mayo pasamos a la segunda fase. Se podían organizar actos culturales, pero con un aforo reducido. A los organizadores les costó mucho empezar a organizar algo, así que, dada la situación, el 5 de junio organizamos una actuación de bertsolaris en Amasa-Villabona, con todas las medidas de seguridad garantizadas. El objetivo era, entre otras, demostrar que los espectáculos culturales son eventos seguros desde el punto de vista sanitario.
Pasamos a la tercera fase el 8 de junio y, ahí, los aforos y las opciones se abrieron más. Tras ver la actuación organizada por Bertsozale Elkartea, los organizadores comenzaron a animarse, por lo que a partir de mediados de junio se han organizado actuaciones en algunas localidades. Sin embargo, como no ha habido fiestas, las sesiones que se han llevado a cabo se han organizado dentro de la programación cultural. El formato que se ha impuesto ha sido el del festival y han desaparecido otro tipo de plazas, como las comidas y cenas de bertsolaris. Los formatos libres que se suelen organizar dentro del programas de fiestas también han desaparecido casi por completo.
Un futuro incierto
En general, hay mucha incertidumbre y muchos altibajos en relación a la plaza. Oier Iurramendi, responsable de fomento de Bertsozale Elkartea y Marta Agirrezabala coordinadora da Lanku Kultur Zerbitzuak, aseguran que estamos "muy lejos" de lo anterior. "Se organizan muchas actuaciones que luego se suspenden y parece que el otoño también viene por el mismo camino", aseguran. "En la actualidad, sólo se están desarrollando el 25% de las plazas que se organizaban con anterioridad. Tenemos un futuro incierto y estamos preocupados".
De todas formas, Iurramendi y Agirrezabala han querido subrayar que las actuaciones que se han organizado han tenido "muy buena acogida". "Tanto por parte de los bertsolaris y aficionados al bertsolarismo, como por parte de los organizadores que se han animado a organizarlos".
Aunque se ha demostrado que los actos culturales son seguros, también han añadido que la incertidumbre y el miedo han causado mucho daño. "Las expectativas no son buenas y estamos muy preocupados. Todo esto puede dejar al mundo del bertsolarismo en una situación muy grave si no se dan ayudas o garantías para llevar a cabo los actos ", afirman Iurramendi y Agirrezabala. "Será necesario el esfuerzo de todos".