El bertsolarismo ha sido declarado Patrimonio Inmaterial también en la CAV
En 2018 el bertsolarismo fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial en Navarra, en 2022 en Iparralde y ahora, en 2024, en la CAV.
De este modo, se reconocen al bertsolarismo las características del patrimonio cultural inmaterial, que lo convierten en patrimonio de gran valor: es transmitido de generación en generación, proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad, y contribuye a aumentar el respeto a la multiculturalidad y a la creación humana. También se le reconocen medidas para su protección, como campañas de comunicación y publicidad, programas de formación o convenios con otras administraciones. Al tratarse de una actividad que trasciende la Comunidad Autónoma del País Vasco, se mencionan también los acuerdos de cooperación con el Gobierno de Navarra y con la Comunidad de Aglomeración País Vasco..
La Unesco aprobó la Convención de 2003 para la protección del Patrimonio Cultural Inmaterial, impulsando el reconocimiento jurídico del patrimonio inmaterial. La organización internacional recomienda el proceso de inventariado y puesta a disposición pública del patrimonio cultural inmaterial, que puede servir de base para la formulación de planes concretos de protección de ese patrimonio cultural inmaterial inventariado. En base a esta Convención, cada administración ha desarrollado su propia legislación, en el marco de la cual la Asociación de Amigos del Bertsolarismo ha realizado una petición por la cual el bertsolarismo ha obtenido la denominación en las diferentes administraciones territoriales: tras obtener la denominación correspondiente a los territorios de Navarra e Iparralde, ahora el bertsolarismo ha obtenido la declaración de patrimonio cultural inmaterial en la CAV, atendiendo a la petición que la Asociación de Amigos del Bertsolarismo realizó en 2020.
A pesar del reconocimiento, en la Asociación de Amigos del Bertsolarismo no dejaremos de trabajar. La asociación tiene ya asumida su labor de cuidar el bertsolarismo gracias al trabajo que realiza en la educación, en la plaza o en la investigación, a través de la cultura, el euskera o la colaboración con organizaciones internacionales. Y por supuesto, gracias a bertsolaris, moderadores, jueces, organizadores, escuela de bertsolaris, personas asociadas y aficionados y aficionadas que conforman el ecosistema del bertsolarismo.